La frisona es
una de las vacas lecheras más comunes en la actualidad.
Las
hembras solo producen leche después
de haber parido y si son ordeñadas regularmente; habitualmente se
utiliza el sistema de inseminación artificial cada año y medio o
dos años para que vuelvan a parir y que así puedan seguir
produciendo leche.
La
práctica del ordeño se
inició poco después de la domesticación, hace unos 10 000 años,
en el Oriente Medio, y que pronto se convirtió en un proceso
esencial para la supervivencia de algunos pueblos. Así, los fulani,
pueblo nómada de África central, basan su modo de vida casi
exclusivamente en el ganado, fundamentalmente bovino (cebús), y
viajan sin cesar con sus rebaños de vacas que los abastecen de
leche, base casi exclusiva de su alimentación y que consumen cada
día bajo diversas formas. En Europa, la leche está ausente de
la cocina de la antigüedad, pero fue adquiriendo importancia con el
paso del tiempo, primero en el mundo campesino para el cual es una
fuente de alimento ineludible, y luego para el resto de la sociedad,
con el desarrollo de productos derivados como la
mantequilla.
Durante el siglo XX, la leche se convierte en un producto de consumo
habitual a medida que la producción se industrializa. Las granjas
lecheras se hacen cada vez más productivas, y mejoran la higiene de
la leche. El gran avance generado por la invención del tratamiento
de conservación UHT ayudó
a la generalización del consumo cotidiano de leche.
Sin
embargo, el consumo de leche de vaca por parte de los humanos puede
plantear algunos problemas. Se ha comprobado que si bien el cuerpo de
los bebés produce lactasa, enzima que
permite la digestión de la lactosa de
la leche de vaca, no es así en el caso de los adultos, y pueden
darse en una proporción elevada de la población adulta situaciones
de intolerancia
a la lactosa. La incidencia de esta intolerancia es mayor entre
los pueblos asiáticos o africanos, menos frecuente en los
centroeuropeos y todavía menor en los países del norte de Europa.
En
el año 2006, se produjeron en todo el mundo 550 millones de
litros de leche de vaca, lo que supone el 87% de la producción total
de leche en el mundo.79 Los
principales productores son la Unión
Europea, Asia (particularmente
la India)
y América
del Norte. Según los países, se dan grandes variaciones en
materia de rendimiento por vaca, con un rendimiento particularmente
elevado en los países de América del Norte y de Europa, donde la
ganadería es muy intensiva.
Por el contrario, en África, que posee la cabaña mundial más
numerosa, la producción total es poco importante. Los países donde
el consumo de leche y sus productos derivados es el más importante
son los de la Unión Europea y de América del Norte, y, en menor
medida, Argentina, Australia y Nueva
Zelanda.
La
leche puede transformarse en productos
lácteos muy diversos, como el queso,
la mantequilla,
la crema
de leche o el yogur.
En la actualidad existe una importante industria desarrollada en
torno a la producción de leche, de su transformación y de su
distribución.
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